¿Cuándo es útil solicitar una tarjeta adicional y qué riesgos debes considerar?

Descubre en qué casos conviene pedir una tarjeta adicional y qué precauciones tomar para proteger tu bolsillo

Cuándo es útil solicitar una tarjeta adicional y qué riesgos debes considerar

Solicitar una tarjeta adicional es una práctica cada vez más común en Chile. Muchas personas la ven como una forma conveniente de que su pareja, hijos o familiares puedan realizar compras con el mismo cupo y sin necesidad de abrir otra cuenta de crédito.

Esta herramienta puede ayudar a organizar los gastos familiares, centralizar las compras y aprovechar beneficios, como cuotas sin interés o promociones.

Sin embargo, también es una decisión que requiere análisis. Compartir tu crédito no es solo un gesto de confianza, sino también una responsabilidad financiera.

Es fundamental conocer en qué situaciones realmente conviene, cómo funciona y qué riesgos podrías enfrentar si no la gestionas adecuadamente.

¿Qué significa solicitar una tarjeta adicional?

Cuando solicitas una tarjeta adicional, el banco emite un nuevo plástico asociado a tu cuenta de crédito actual. Esta tarjeta lleva el nombre de la persona designada (por ejemplo, tu cónyuge o hijo mayor), pero sigue vinculada al mismo cupo, condiciones y deuda de la cuenta principal.

En otras palabras, todas las compras realizadas con la tarjeta adicional se suman a tu estado de cuenta mensual. Tú, como titular, eres el único responsable del pago total, sin importar quién realizó cada gasto.

Por eso, es clave que exista comunicación clara y acuerdos entre ambas partes sobre cómo se usará.

¿Qué pasa si pido una tarjeta adicional?

Solicitar una tarjeta adicional puede ser una muy buena decisión en ciertas situaciones:

  • Si quieres que tu pareja administre algunos gastos del hogar usando tu cuenta.

  • Para que tus hijos mayores puedan pagar la universidad o transporte de manera más sencilla.

  • Si deseas acumular más compras en un solo estado de cuenta para ordenar tu presupuesto.

  • Para aprovechar promociones exclusivas que solo aplican al titular de la cuenta.

  • Para tener mayor control de los gastos familiares, evitando múltiples cuentas abiertas.

No obstante, es fundamental recordar que este beneficio también puede aumentar tu deuda si no lo gestionas con cuidado.

¿Cuáles son los riesgos de tener una tarjeta de crédito adicional?

Aunque útil, una tarjeta adicional trae consigo ciertos riesgos que no debes subestimar. A continuación, se resumen los principales riesgos en una tabla para mayor claridad:

Riesgo Impacto potencial
Sobreendeudamiento El cupo se consume más rápido al usarse por dos o más personas, lo que puede dejarte sin margen en caso de emergencia.
Falta de control Si no hay comunicación ni supervisión, los gastos pueden desbordarse sin que te des cuenta.
Afecta tu historial Tú sigues siendo el único responsable, y cualquier atraso daña tu reputación crediticia.
Falsa sensación de independencia La persona adicional puede pensar que la tarjeta es suya y gastar sin considerar las consecuencias para ti.

Por eso es recomendable establecer límites internos, reglas claras y mantener siempre una supervisión activa del uso de la tarjeta adicional.

¿Cuando pides una tarjeta adicional, qué pasa?

Además de los puntos anteriores, pedir una tarjeta adicional generalmente requiere entregar algunos datos personales y de identificación de la persona adicional.

El banco evalúa que cumpla ciertos requisitos básicos (por ejemplo, ser mayor de edad) y procede a emitir el plástico con su nombre.

En términos financieros, la cuenta no se “duplica”: sigue siendo la misma línea de crédito, el mismo cupo y el mismo contrato, con la deuda concentrada siempre a tu nombre.

Por eso, es importante tener claro que pedir una tarjeta adicional no amplía tu crédito total ni reduce tus responsabilidades ante el banco.

Cómo pedir una tarjeta adicional de forma segura y responsable

Si ya has decidido que pedir una tarjeta adicional es la mejor opción para tu caso, estos pasos te ayudarán a hacerlo de manera ordenada y sin comprometer tu estabilidad financiera:

Paso 1: Evalúa tu capacidad de pago
Haz un presupuesto mensual para verificar si tus ingresos te permiten asumir un eventual aumento en el saldo mensual sin afectar tus finanzas básicas.

Paso 2: Elige cuidadosamente a la persona adicional
Lo ideal es que sea alguien en quien confíes plenamente, que comprenda la importancia de usar el crédito con responsabilidad y respetar los acuerdos entre ambos.

Paso 3: Define reglas y límites internos
Aunque algunos bancos no permiten establecer un sublímite oficial, puedes acordar un máximo mensual con la persona adicional y monitorear los gastos en línea.

Paso 4: Supervisa periódicamente
Revisa el estado de cuenta cada mes y conversa con la persona adicional sobre cualquier gasto que no se ajuste a lo pactado. La comunicación es clave.

Paso 5: Mantén un fondo de respaldo
Considera mantener un pequeño ahorro para emergencias, por si los gastos con la tarjeta adicional superan lo esperado.

Planea bien antes de compartir tu crédito

Las tarjetas adicionales son una excelente herramienta para gestionar gastos familiares y simplificar la administración de tus finanzas. Bien utilizadas, ayudan a mantener el orden, aprovechar beneficios y planificar en conjunto.

Sin embargo, antes de solicitarlas, conviene analizar los riesgos, establecer acuerdos claros con la persona que la usará y monitorear el uso de manera constante.

De esta forma, podrás compartir tu crédito de forma consciente y mantener tu historial financiero en buen estado.